Nueva York, San Francisco, Washington, Los Ángeles, Londres y Sidney han sido los escenarios donde activistas que protestan por las condiciones laborales en las fábricas de Foxconn han entregado más de 250.000 firmas que pretenden que lleguen al mismísimo nuevo CEO de Apple, Tim Cook.
Por otro lado un grupo de hackers accedió a los servidores internos de Foxconn para protestar por este mismo motivo y han revelado nombres de usuarios, contraseñas y las han expuesto públicamente.
Parece que lo de fabricar en China se está convirtiendo en una patata caliente para los de la manzana y detrás vendrán protestas contra otras empresas que fabrican allí sus productos. Esto cada vez se parece más a la polémica de hace años con Nike y sus fábricas.
Desde Apple tienen que tomar cartas en el asunto y explicar exactamente lo que esta ocurriendo y en caso de que algo de todo esto sea cierto, aplicar rápidamente las medidas correctoras oportunas.
---Raigada