Telefónica ha anunciado que desde el próximo 1 de marzo ya no dará subvenciones de ningún tipo para la adquisición de smartphones y que por tanto los usuarios que quieran un terminal de gama alta, como un iPhone, tendrán que pagar su importe integro al mismo precio que lo paga la operadora. Lo curioso del asunto que es que la competencia formada por Vodafone y Orange ya habían anunciado esta medida pero no la habían hecho efectiva, pero será cuestión de días que la implementen.
Con este anuncio se acabo la época dorada de las portabilidades para conseguir teléfonos de gama alta a precios bajos e incluso a coste cero y tendremos que empezar a acostumbrarnos a pagar lo que vale realmente el teléfono que deseamos. Eso sí, dejan el programa de puntos, con descuentos ridículos para el común de los mortales, para fidelizar los clientes que ya tienen.
La operadora justifica esta decisión en los elevados costes que estas subvenciones les acarrea y que han llegado a suponer el 25% de todo el capítulo de inversiones.
Como alternativa ofrecerán pagar el terminal fraccionado y sumado mediante una cuota mensual a la propia factura que el usuario paga por el servicio, como ya hacen actualmente con los seguros que ofrecen.
Pero, si tengo que pagar por el iPhone a su precio de mercado, o con una rebaja ridícula, ¿Esperan que con mi terminal les pague a ellos las tarifas más caras del mercado?, ¿Esperan que realice colas en sus tiendas para conseguir mi nuevo iPhone cuando la App Store online de Apple me lo envía cómodamente a casa?
Definitivamente las grandes operadoras acaban de firmar su propia sentencia de extinción (o cuentan con un plan b que aún no han mostrado)
---Raigada
