miércoles, 21 de abril de 2010
Android busca desarrolladores entre las filas de las cabecitas pensantes del iPhone
No es un secreto que Android anda tras los desarrolladores de aplicaciones para el iPhone y el iPad, dado el éxito conseguido por Apple y su App Store. Lo que quizá sea cuestionable es la manera de captar a esos desarrolladores. Cierto desarrollador de aplicaciones para el iPhone ha recibido un correo electrónico de responsables de Google que trataron de animarle a comenzar a desarrollar para Android y abandonar la plataforma del iPhone.
Según el New York Times, Google está tratando de captar desarrolladores para Android contactando con los que trabajan desde hace tiempo para iPhone, con la intención de que abandonen a Apple.
Un desarrollador de una de las aplicaciones más vendidas en la App Store explicaba así su sorpresa: "Ayer recibí un correo de alguien en Google que afirmaba estar en su Android Advocacy Group. Básicamente me dijo que quería abrir una línea de comunicación conmigo para el caso de que decidiera trasladar mi aplicación a Android, y me ofreció enviarme un Nexus One gratuito para juguetear con él. Eso demuestra que Google está tratando de reclutar nuevos desarrolladores para su plataforma de forma activa, usando incentivos como hardware gratuito y comunicación abierta con ellos. Eso contrasta con la filosofía de Apple: nos llevó unos tres meses reenviar nuestra aplicación a Apple antes de que dejaran de rechazarla por tener contenido inapropiado. E incluso ahora (llegamos a ser la séptima aplicación de pago más popular), no tenemos ninguna relación directa con nadie de allí. Es una diferencia impresionante entre la forma de trabajar de ambas compañías".
Bueno... Esa era la parte de la noticia noticiosa. Ahora vendría la parte en la que yo me río hasta partirme la caja. ¿Qué por qué? Si tienes que preguntarlo no vale la pena que te responda.
Inés ha llegado bien a Montreal. Esta mañana se ha reunido con el padre de sus dos futuras criaturillas y parece que lo ha convencido de que se vuelva con ella para España. A lo casarse ha contestado que no. Inés tiene un cabreo de dos pares de gemelos, pero yo comprendo a Andresito. Con dieciocho años y dos hijos en camino lo último que yo querría es añadir una lista de bodas a mis dolores de cabeza.
(No estoy siendo ingrato, ella lo engañó con malas artes).